Lleva Arte a tu Vida y Cambia tu Mundo con un cuadro
Paisaje Expresivo
Si sos amante del Paisaje y de los cuadros , encontrarás aquí el Arte que estás buscando.
Cada pieza está seleccionada cuidadosamente porque tiene algo que contar.
Cada uno de estos cuadros se imprimen en un exquisito papel fotográfico artístico. El proceso está garantizado por estándares museológicos para que puedan ser contemplados y disfrutados por décadas en aquel espacio pensado exclusivamente para la obra.
Por ser una obra de arte auténtica, cada impresión está firmada, fechada y numerada. Cada obra va acompañada por un certificado de autenticidad
Amanecer
Esta obra, con una fuerte impronta pictórica, es un momento de transición donde la noche se ha retirado y la luz de un nuevo día ingresa tímidamente en escena. El color característico de la oscuridad se va evaporando, allí a lo lejos, con desesperación. El cuadro es un comienzo y un final. El espejismo de una noche que ya no está y la insinuación de una luz que pronto amanecerá.
Luna del Viento
Volvía ya de noche por el camino del Volcán Tromen hacia Chos Malal. En la cámara quedaban captadas las impresiones del atardecer al pie del gigante. Todavía latían en mi retina las sensaciones reveladas por la luz que envolvía el perfil del volcán cuando de pronto ante mí, se plasmaba un atardecer casi único sobre la Cordillera del Viento. No podía creer la fragilidad de la línea que enmarcaba la luna. Me detengo, bajo de la camioneta con el tele y me alejo unos pasos guiado por las luces de los faros. Sólo me acompañaba el frío silencio de la noche y mi urgencia por plasmar ese instante. Sólo eso, una fracción de tiempo que quedará grabada en mi memoria y en un cuadro. Qué contradicción, no? Que sobre la cruda aspereza del relieve montañoso se dibuje la sutileza y los colores envuelvan la línea hecha luz.
Ilusión
La particularidad de este cuadro se da por su mímesis en todos los sentidos. El reflejo de una realidad que no vemos pero que podemos interpretar con total certeza. Una perfección de luces y sombras que se diluye a medida que nos acercamos. Una profundidad incierta que no podemos intuir ni medir con la sola extensión de su reflejo. En el plano humano esta obra puede ser un llamado a la reflexión sobre la imagen que damos de nosotros mismos o de la imagen que percibimos de los demás. Si nos acercamos comenzamos a ver las imperfecciones; ni buenas ni malas, sólo humanas.
Azulgrana
El Otoño se caracteriza, en general, por el desprendimiento, la desnudés y el reposo. Esta obra parece contradecir los cánones impuestos por el Otoño. Una llamarada de vida que se sacia en el arroyo hace frente a las sombras y dictamina el porvenir que se elevará con la luz del sol. No es lo que queda, es lo que vendrá.
Shadow reflections
No sé de donde viene la fascinación por los reflejos, pero en esta simetría, la sombra es una gran jugadora que rompe con la monotonía y da movimiento al paisaje. La casualidad es parte del quehacer artístico. Si bien no dependemos de ella, cuando aparece, es innegable su aporte. Este es el caso donde una salida sin ninguna expectativa se convirtió de pronto, en el deleite de poder capturar un instante fugaz. La adrenalina movía cada célula de mi cuerpo para agilizar la ejecución de la toma y no perder detalle del momento. Cuando vuelvo a mirar el cuadro las sensaciones afloran y una risa interna brota de satisfacción. Allí, si uno mira con mucha atención, está la musa que me giña cómplice del momentum.
El pescador en su paisaje
Cuando nos detenemos a observar la naturaleza, comenzamos a distinguir sus claves. Líneas de luz, sombras y curvas que insinúan un camino a seguir. Como a Roma, estos caminos llegan al pescador. El silencio invade el espacio mientras el tiempo se ralentiza, nada se perturba hasta ese instante previo donde la presa cae.
Vuelta del río Chubut
El juego de contrastes que revela la luz en pleno desierto, no rompe la armonía propia del lugar. Este delicado equilibrio se percibe entre la flexibilidad y la rigidez, entre lo efímero y lo permanente, entre lo que se renueva y lo que permanece. Todo, convive en un mismo espacio.
Tormenta en la estepa patagónica
A veces, es difícil dimensionar la magnitud de una tormenta. La ruta puede ser una primera clave para introducirnos dentro de la Tormenta o el cuadro. Cuando se comienza a descubrir el horizonte y se ven las montañas o los álamos iluminados por el sol, ahí es cuando se toma conciencia de la proporción descomunal del fenómeno atmosférico. Ahí es cuando uno dice –Estamos a merced de la naturaleza-. Todo está en movimiento, están ante la presencia misma del acto, son testigos privilegiados que observan cómo el gigante se va despedazando por partes. La luz que va intercalando espacios, nos garantiza que no todo está perdido.
Otoño en Senguer
Hay lugares que tienen una luz propia, particular. Tan particular es, que hace que los elementos se vean distintos. No raros, solamente distintos. El agua del río no es tan azul, el rojo del otoño no es tan rojo, el cielo del atardecer no es tan celeste, el pastizal no es tan amarillo. Es tan particular que sólo se aprecia en ciertos momentos del día. Encontrar esta luz es una quimera.